Como siempre, en los medios de comunicación se está generando un falso debate sobre la eutanasia. Esta vez inspirado en el caso de la niña británica que ha decidido, con la aquiescencia de sus padres, no hacerse un transplante de corazón después de años de tratamientos contra el cáncer que se lo habían dejado muy deteriorado. Hannah ha decidido pasar sus últimos días en compañía de sus padres y en paz.
Lo que ha elegido Hannah no es morir, como titulan demagógicamente algunos periódicos, lo que ha elegido es aceptar con resignación la enfermedad que le ha sido enviada.
Seguro que se me escapan matices pero no quiero dejar escapar la ocasión para denunciar que no se trata, de ninguna manera, de un caso de eutanasia y que, por tanto, el debate que se está generando es absolutamente artificial.
1 comentario:
totalmente de acuerdo contigo; lo cierto es que me parece absurdo la forma en que en los medios de comunicación se extrapolan los casos particulares, haciendo que, por un lado, se cree un debate sin objeto real, y por otro, y sobre todo, se haga daño a la dignidad personal e intimidad de una familia que está pasando por un momento tan difícil, utilizándola para los intereses propios.
B.
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