19 ene 2010

Brown vs. Coakley

Es una de esas cosas buenas que tiene la democracia norteamericana. Salvando sus muchos defectos y el hecho de que como cualquier otro sistema político puede ser susceptible de abusos, conserva todavía ciertos equilibrios que envidiarían muchos países europeos.

Generalmente suele hablarse de las listas abiertas, de democracia interna dentro de los partidos y de una más contundente división de poderes. Pero hoy puede que tenga lugar un acontecimiento particular: si bien es cierto que las tradicionales elecciones al Congreso en el medio del mandato presidencial son ya de por sí una interesante limitación a la Presidencia, la sobrevenida elección del senador que representará a Massachusetts no es menos interesante.

Y es que, tras la muerte de Ted Kennedy había que ocupar un asiento que durante décadas no había tenido otro rostro que el suyo en el Senado estadounidense. El feudo que aupaba el hermano mayor de los Kennedy era Massachusetts, un estado tradicionalmente demócrata y que, si no fuera por las recientes derrotas en Virginia y Nueva Jersey, nadie le dedicaría mayor atención.

Sin embargo, Scott Brown, el candidato republicano parece que tiene, contra todo pronóstico, bastantes papeletas para hacerse con la victoria. Eso, además de constituir una nueva victoria moral para las filas conservadoras, que ya suman varios referéndums ganados contra el matrimonio gay, las elecciones a gobernador del pasado mes de noviembre y el cambio de tendencia que en distintos aspectos (aborto, reforma sanitaria, adscripción ideológica, etc.) empiezan a revelar las encuestas, puede suponer un serio contratiempo para el proceso de negociación que en que se haya la reforma sanitaria. Un nuevo escaño republicano en el Senado puede hacer perder a Obama la mayoría necesaria para hacer prosperar su proyecto de reforma sanitaria.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Brown defiende el homonmio y el aborto. ¿Podemos calificar de victoria conservadora el fracaso de Obama en la ciudad de Boston Legal? El Depilador de Lenguas

Enneas dijo...

No tengo referencias sobre eso que dices.

1. Hay que dejar de lado las diferencias para eliminar al enemigo común que sí es proabortista y sí es progays.

2. Brown ha proemtido oponerse a una reforma sanitaria que, por ahora, tiene todas las papeletas de financiar abortos con dinero público.