Hubo un día en que no hacía falta una Carta de Derechos Humanos que positivizara todo aquello que los seres humanos deben respetar. Era la Edad Media, una época de la historia que hoy se desprecia pero que dio lugar a uno de las periodos de mayor grandeza en todas las disciplinas: arte, filosofía, etc (bueno, todos salvo el cine, creo).
Fue una época en la que hasta Santo Tomás de Aquino, doctor de la Iglesia, afirmaba que ni aun con las mejores intenciones católicas se puede bautizar a un niño en contra de la voluntad de sus padres paganos. El derecho de estos es sagrado.
A día de hoy, ese orden moral que vela por derechos todavía sagrados puede encontrarse en lugares como Estados Unidos, donde se permite el homeschooling, por ejemplo. Allí, sufren el ataque de algunos jueces como el caso de California hace dos años. Pero otros permanecen en la defensa de esos valores, de verdad, sagrados. En España, en cambio, no tenemos que defenderlo pero podemos luchar por ello, qué quizá sea, incluso, más bonito.
Y prometo seguir hablando de este tema transversal-nuclear-deestado (que diría alguno) y sobre el futuro pacto educativo.
1 comentario:
ALGUIEN está a punto de ser padre, parece...
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